En la actualidad, la robótica tiene muchas aplicaciones diferentes en ámbitos y sectores diversos. Estas pueden resumirse en tres grandes usos: industrial, de servicios y social.
Los robots industriales son los que podemos encontrar en muchas fábricas de automoción y de manufactura. Son el tipo de máquinas que estamos acostumbrados a ver en la industria pesada, trabajando en ambientes difíciles, con rapidez y precisión, facilitando tareas a los humanos.
La robótica de servicio hace referencia a aquellos robots que han sido diseñados para un propósito específico de servicio, habitualmente a las personas. Sería el caso, por ejemplo, de los robots aspiradora que se han hecho populares en los últimos años, los 'pulpos' que limpian las piscinas, los exoesqueletos que permiten aumentar la carga a los operarios, etc.
Finalmente existen los llamados robots sociales, que trabajan en la dimensión social de interacción con la persona. El ejemplo más claro es el de los asistentes de voz, mientras que los chatbots o los sistemas de recomendación serían ejemplos de robotización en el dominio software.

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